El día que finalmente visitaron el penal con un parlante, un micrófono y sus Biblias fueron dejados solos en el sector 10, con alrededor de 300 presos que pertenecían a maras de El Salvador.
Entre ellos también habían asesinos, ladrones, violadores, etc. Cuando terminaron de compartir el Evangelio a casi 600 hombres distribuidos en dos sectores del penal, habían pasado ya cinco horas y media ministrando la Palabra de Dios, dando a todo el que oyera esperanza y perdón de pecados. ¡Fue un tiempo increíble en el penal! Los cuatro hombres que se dieron a esta tarea .
Admitieron que nunca antes habían experimentado un mover tan extraordinario de parte de Dios.
En silencio, se quedaron ya fuera de las instalaciones del penal, cada uno absorto en sus pensamientos. En silencio, se quedaron ya fuera de las instalaciones del penal, cada uno absorto en sus pensamientos: “Que es lo que acaba de ocurrir?!” Dos semanas después, una mujer Cristiana llamo a uno de los miembros del grupo y ofreció su casa para “cualquiera que quisiera trabajar con delincuentes”.
En febrero del 2008, tres de los integrantes originales del grupo que visito el penal en el 2007,fueron convocados por autoridades de dicho recinto. El grupo se había enterado de la posibilidad de trabajar un proyecto de zapatería dentro de un penal en la ciudad de Santa Ana, ya que uno de los reos lo había propuesto, pero aun no estaba aprobado. A estas alturas, Vinculo de Amor se había involucrado mucho en esta aventura, ya que su Fundador era parte de los cuatro hombres que inicialmente visitaron el penal en el 2007. En marzo de ese mismo año, nació la idea del Proyecto Metamorfosis, siempre bajo la cobertura de Vínculo de Amor. Después de muchos años de rehabilitar niños afectados por la desnutrición y sus familias, ahora se abría una puerta completamente nueva y diferente para lo que se convertiría en un lugar que provee la oportunidad de rehabilitación y transformación de la vida de hombres y sus familias.
Fue así que el Proyecto Metamorfosis creó un taller de producción de zapatos dentro de la cárcel, 10 reos producían y 20 más eran capacitados en el oficio. Sin embargo, después se hallaron con el problema de tener todo ese producto y no saber cómo distribuirlo. Así que contactaron a un vendedor de zapatos que lo hizo por ellos, y luego el taller en la cárcel no tenía suficiente capacidad de producción. Como alternativa, Metamorfosis busco a alguien que ya tenía un taller de zapatos para que les hiciera la producción necesaria. Mientras tanto, en julio del 2009, salió en libertad el primer hombre que había trabajado en el taller dentro de la cárcel.
En septiembre del 2009, la casa vieja que les fue dada en comodato en el 2007, cuando ellos no tenían ni idea para lo que la utilizarían, termino de remodelarse. Fue reconstruida y equipada para servir como taller/fabrica y así dar la bienvenida a hombres que estaban en la fase de confianza (es decir, casi por terminar de cumplir su condena) y capacitarlos en la elaboración de calzado. “Esto comenzó como un proyecto muy serio. Dios sabía lo que quería hacer, ¡pero nosotros no!”, comenta René Rosales, Director de Operaciones del Proyecto.
En el primer semestre del 2010, con el espacio necesario en sus nuevas instalaciones, Metamorfosis en conjunto con el taller de zapatería que les apoyaba con la producción desde el 2008, llevaron nueve instructores para enseñar el oficio a un grupo de hombres que ya se encontraban en fase de confianza o que ya habían cumplido su condena. Hacia fines del 2010, Metamorfosis comenzó a funcionar independiente y auto sostenible.
Aproximadamente, unas 100 personas de centros penales han pasado por Metamorfosis, y existe una lista de unas 200 más que desean ser parte del programa, pero el centro aun no tiene la capacidad para recibirles y capacitarlos. Del 2007 a la fecha, Dios ha ido, poco a poco, dando forma y dirección al anhelo del corazón de los miembros de Metamorfosis para tener un impacto en la vida de hombres que han experimentado situaciones difíciles que les llevaron a ser privados de su libertad. Esto es posible dándoles la confianza que perdieron como consecuencia de sus propias decisiones, enseñándoles que a través de Jesucristo sus vidas pueden ser transformadas y brindándoles oportunidades de aprender un oficio que les permita vivir de una manera digna y ser así, tener un nuevo comienzo. Gracias a Dios y al trabajo duro que Metamorfosis realiza, gozamos de un 100% de éxito en lo que hacemos. Ninguno de los hombres que ha pasado por nuestro programa ha regresado a su estilo de vida anterior.
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